77°C, la temperatura que puede alcanzar el salpicadero en verano

Con las elevadas temperaturas que trae consigo el verano, es normal que los coches demanden más cuidados de lo habitual. Pues desde el motor hasta los neumáticos se ven negativamente afectados por el calor, haciendo de las averías una situación mas común durante dicha época.

No obstante, existen ciertas medidas que podemos tomar para evitar el deterioro de nuestro vehículo, enfocándolas especialmente al mantenimiento del salpicadero, ya que suele ser una de las partes con mayor susceptibilidad.

Cómo evitar que el salpicadero se recaliente 

Al contrario de lo que podríamos pensar, hacer uso de una herramienta tan simple como el parasol, puede hacer la diferencia entre un coche funcional y uno dañado. Pero ¿cuál es la razón?

Básicamente, impide que el coche absorba los rayos del sol mediante su superficie reflectante de manera constante e inmediata. De hecho, la efectividad de su implementación está avalada por el RACC, gracias a un estudio realizado por la misma organización en julio del 2015.

Tal investigación tenía como objetivo evaluar el efecto de la radiación solar en la temperatura interna de los vehículos. Para ello, expusieron un determinado coche a un ambiente cuya temperatura era de 25 ºC, junto con un nivel de radiación similar al natural en verano, a lo largo de 1 hora.

La primera prueba se llevó a cabo sin ningún tipo de protección térmica para el coche, lo que dio como resultado una temperatura externa de 77 ºC y un registro interno cercano a los 43 ºC. Después, se volvió a repetir el experimento, pero esta vez colocando un parasol al coche.

La diferencia de resultados fue abismal. Después de los 60 minutos de exposición, el salpicadero alcanzó un máximo de 38 ºC, mientras que la temperatura interior oscilaba los 32ºC. Es decir, casi 11ºC menos. Una diferencia bastante considerable.

Consejos para cuidar el coche en verano

Prevenir los efectos nocivos del calor en nuestro coche no es tarea complicada, solo requiere constancia y ciertos cuidados adicionales que cualquiera puede ejecutar.

1. Vigilar el salpicadero frecuentemente

El tablero de mando es una de las piezas más útiles y delicadas que hay en el coche, dado que además de proporcionarnos información vital sobre el estado general del vehículo, nos guía durante la conducción. De ahí la importancia de cuidarlo, protegerlo y limpiarlo asiduamente.

Uno de los productos más recomendados para ello es el Premium Detail de Maddox Detail. Este, mas allá de sus propiedades limpiadoras, hidrata y crea una duradera capa protectora anti polvo, tanto en salpicaderos, como otros elementos del coche fabricados en cuero, plástico, vinilo o goma. NO CONTIENE SILICONA, POR LO QUE NO CREA UNA CAPA GRASIENTA Y PEGAJOSA.

2. Utilizar parasol

La eficacia de este accesorio se encuentra más que comprobada. Y es que con una pequeña inversión de aproximadamente 10 euros, podremos evitar que tanto el coche como nosotros, seamos perjudicados por la acción de los intensos rayos solares veraniegos.

3. Verificar la temperatura del motor antes de arrancar

La temperatura óptima en la que debe trabajar un motor es de 90ºC. En el grueso de los vehículos, dicho medidor se haya en el salpicadero, así que, basta con identificarlo y vigilar que no toque la zona roja. En caso de estar en esa área, podemos recurrir a la calefacción como solución rápida para liberar el calor contenido en el motor.

4.  No activar el aire acondicionado de inmediato

Al arrancar, es recomendable esperar un tiempo prudencial antes de encender el aire acondicionado. Lo ideal, es bajar las ventanillas por completo hasta que la temperatura del ambiente se equipare a la del interior del coche. Asimismo, es crucial revisar de forma periódica el estado de los líquidos para evaluar la condición real del sistema de refrigeración.

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